Al TS no le interesa cómo hizo su fortuna
La tercera autoridad del Estado celebra que el Supremo rechace admitir a trámite dos querellas de “los calumniadores” contra él por diversos delitos. “Hoy es es el mejor día del año”, dice. “He visto sufrir a nuestros hijos por esa banda de delincuentes”. “Lo que es claro es la intención de calumniar y perjudicar”. El mismo argumento sirve para imputar a Camps y exculpar a Bono.
Esta es la distinta bara de medir que tienen jueces y fiscal general del estado, el tribunal supremo, etc...
Mañana de gloria para el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, quien tras el pleno extraordinario de ayer en la Cámara baja anunció a los periodistas que “esta mañana el Tribunal Supremo ha resuelto no admitir a trámite las denuncias y las querellas que un grupo de calumniadores, desde hace unos meses, ha querido ir presentando contra mi persona, contra el presidente del Congreso”.
El Supremo inadmitió sendas querellas por cohecho (de la Asociación Preeminencia del Derecho) y por tráfico de influencias, prevaricación, falsedad en documento público, fraude en la obtención de subvenciones y cohecho (de Ciudadanía Anticorrupción), respectivamente. Bono quiso enfatizar que para él “hoy (por ayer) es el mejor día del año”. Asimismo, declaró que “he visto sufrir a nuestros hijos por esa banda de delincuentes” que, según él, sólo buscaban “calumniar y perjudicar”.
Así, Bono declaró que “han intentado hacer daño, ignoro cuál será la razón que les mueve a ellos, si será una razón política, si será una razón de otra índole... lo que es clara es la intención”, subrayó sin ocultar que “hoy es el mejor día del año” porque “al final en un estado democrático la verdad se abre camino”. A su juicio, “el Tribunal Supremo ha desechado todas las denuncias por las que mi familia, mis hijos y por las que yo mismo hemos padecido”. Sendas querellas se sustentaron en las informaciones de LA GACETA acerca del patrimonio y las derivadas de las relaciones de amistad del presidente del Congreso con el propietario de la promotora Reyal Urbis, Rafael Santamaría. El Tribunal Supremo razonó ayer que no hay un presunto delito de cohecho en el caso de la permuta de la casa de Madrid por los dos áticos de lujo porque “se hizo entre bienes de similar valor económico”. Según el auto, se debió “valorar la situación del inmueble y las posibilidades de explotación”.
En cuanto a la decoración de las casas de Bono por Rafael Santamaría, presidente de Reyal Urbis, el Supremo afirma que se realizó por amistad entre ambas familias. Es decir, la mujer de Santamaría era madrina de la hija de Bono. En cambio, la imputación de cohecho impropio a Camps, por recibir unos trajes, se hizo en consideración a su cargo de presidente.
En cuanto a la decoración de las casas de Bono por Rafael Santamaría, presidente de Reyal Urbis, el Supremo afirma que se realizó por amistad entre ambas familias. Es decir, la mujer de Santamaría era madrina de la hija de Bono. En cambio, la imputación de cohecho impropio a Camps, por recibir unos trajes, se hizo en consideración a su cargo de presidente.
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